Tarqui se llena de vida nuevamente. Ahora, en sus calles y avenidas céntricas, que por años estuvieron desoladas, ya se observan más locales comerciales activos.
Galo Dávila, propietario de Galyplast, un negocio que ha sido parte de Tarqui durante más de 25 años, es un ejemplo de empuje y persistencia. «En este lugar me inicié como emprendedor y crecí como comerciante. El cariño por este espacio me hizo levantar de los escombros que nos dejó el terremoto de 2016″, dijo, con una sonrisa en el rostro.
Ilan Carrera es otro comerciante que decidió invertir en Tarqui; por ello, abrió su negocio de productos de belleza en la avenida 108 y calle 102. En fin, son casi 300 comerciantes que se mantienen y consideran que hay legado de trabajo en este lugar que debe ser reactivado. Hay supermercados, farmacias, veterinarias, ferreterías, tiendas de abarrotes y más.
Eso sí, un factor que impulsará aún más el resurgimiento comercial de esta parroquia es la Plaza Comercial Tarqui, que la Alcaldía construye para reactivar el comercio de Manta.