Eran más de las 17h00 y el sol estaba aún radiante, mientras miles y miles de bañistas se resistían a irse de El Murciélago. Disfrutaban de la amplia playa y el mar calientito.
Entre ellos estaban las gemelas Saimar y Carmary Prado. Ellas vinieron desde Ibarra con 5 familiares más, han pasado todo el feriado en Manta y se encontraban comprando artesanías, porque no querían irse sin un recuerdo de lo “genial” que la pasaron, según comentaron.
La novedad fueron los columpios en la arena, una iniciativa de los escultores David y Fernando Pincsy, que hicieron así más atractiva el área donde esculpieron un gran pez.
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