“Estamos comprometidos con esta Manta cada vez más humana, que busca también fortalecer a nuestras mujeres y a sus familias, para que salgan de los círculos de violencia”, aseveró la alcaldesa Marciana Valdivieso. Con esa premisa, la Casa de la Mujer será formalizada como estructura orgánica de la ciudad y sostenible en el tiempo.
Para el efecto, el Concejo Cantonal aprobó en primera instancia una reforma al Código Legal Municipal, este 31 de agosto en unanimidad, en cuanto a la prevención y erradicación de la violencia basada en género, permitiendo asignar recursos y personal para la Casa de la Mujer.
La Alcaldesa se mostró segura de que el próximo jueves esta decisión será ratificada, en segunda instancia, en pro de “nuestras mujeres fuertes, valientes y capaces”. Justamente, este 8 de septiembre próximo se prevé implementar la segunda fase de la Casa de la Mujer, que responde al área de protección y habitabilidad en casos derivados que lo requieran, para acoger transitoriamente a mujeres víctimas de violencia, o desplazadas, y a sus hijos menores de edad, quienes tendrán un lugar seguro.
La Casa de la Mujer es un espacio construido en alianza estratégica con los cooperantes internacionales de las Naciones Unidas: ACNUR, OIM y PMA, y liderada por esta Alcaldía Ciudadana.
En sí, este complejo marca un precedente. Francisco Carrión y Sebastián Serrano, representantes de ACNUR y OIM, resaltaron la voluntad política que existe en Manta, que ha permitido llevar a cabo un proyecto único a nivel del Ecuador por ser integral.
La primera fase fue inaugurada a inicios de este año. Se trata del área de Medios de Vida y tiene como propósito el fortalecimiento de las mujeres para generar autonomía económica a través de capacitaciones y talleres de empoderamiento.
