La condecoración Jocay, post morten, para el eterno alcalde Agustín Intriago Quijano, se convirtió en el momento más emotivo de la sesión solemne por la cantonización de Manta. El reconocimiento fue recibido por la pequeña Emiliana Quimiz.
Es que la imagen del Manta Infinita, ambientalista y animalista, sin barreras, pujante y trabajadora superando cualquier dificultad, se vio reflejada en los méritos otorgados este 4 de noviembre, en la Terminal de Cruceros, por los 101 años de vida cantonal.
Ecoplayas y su campaña por playas limpias; Racse y el reconocimiento a su labor en la protección de tortuga; Iducacao-Samor y el empuje emprendedor de Alexandra Moreira; la destreza estilística del maestro artesano Pedro Arce; y el trabajo más allá del deber del empleado municipal Milton Manosalbas, son ejemplo de ello.
La labor incansable de doña Flora Perlaza por la prosperidad de su barrio y de Ruthy Quijano en su entrega a la labor social; la trascendencia deportiva mundialista de la pequeña tenista Ana Paula Machuca y de la educadora Narcisa Cedeño; la labor tenaz del comunicador Freddy Solórzano; y el talento musical convertido en activismo cultural de Wilson Chóez, fueron también reconocidos.
Asimismo, el aporte histórico innegable de la Cámara de Comercio convertido en Mérito Empresarial; el aporte al desarrollo entregado por el proyecto Riva Di Mare y su Mérito al Ornato; y la labor incansable de la Comisión Técnica Ciudadana para el Desarrollo del Aeropuerto, convertida en la condecoración cívica Umiña, fueron exaltados en el acto solemne.