Cesar Reyes es de Ligüiqui, lleva 20 años en faenas de pesca; cuenta que muchas veces se han quedado “botados” por cosas mínimas que desconocen de los motores, poniendo en riesgo sus vidas.
Considera que es de gran ayuda el taller de reparación de motores fuera de borda y fibras, que ha llevado el Municipio de Manta a su comunidad rural, por los problemas frecuentes que se presentan en alta mar, a los que no saben cómo responder.
20 pescadores se están beneficiando de este taller programado por la Alcaldía Ciudadana, que pretende llegar paulatinamente a todas las comunidades rurales donde hay grupos de pescadores artesanales, informó David López, Director Municipal de Desarrollo Productivo.
Esta acción se vuelve más valiosa porque, de forma gratuita y voluntaria, están participando como capacitadores maestros expertos en estas reparaciones, pertenecientes al Taller y Ferretería Chiqui y a la Asociación de Fibreros “La Poza”.
Lo que evitan
Más de mil dólares puede representar la reparación de un motor en un taller, algo que puede evitarse con mantenimiento preventivo. Además de prevenir los riesgos por daños en alta mar.