”Poniendo atención a la respiración y juntamos las manos en el centro del pecho; eso, representa el aquí y el ahora”, es la primera instrucción que dió Liz Arteaga, instructora de yoga, al empezar su clase este viernes 5 de diciembre.
Fue una jornada distinta en que, como parte de la agenda Somos Visibles, su sesión de yoga y meditación la realizaría con 50 personas beneficiarias de los proyectos del Centro de Discapacidades sobre centro diurno, atención en el hogar y espacios formativos; además, hubo asociaciones invitadas.
Vivir con una discapacidad causa ansiedad constante, tanto a quienes tienen esta condición, como también a sus cuidadores; por lo tanto, la práctica los ayuda a reducir su ansiedad y les permite mejorar su motricidad.
Bajo la mirada atenta y el trato gentil de alrededor de 25 técnicos que brindan atención y cuidado, el encuentro sirvió brindar momentos de mucha paz y expresiones de afecto, más allá de la actividad física y mental.








