«No es solamente la obra, es la dignidad y la calidad de vida de nuestros moradores» considera Roberto Mero, habitante de Los Cactus, al resaltar lo que significa para ellos la construcción de la calle 1.
Asegura que ahora si se pueden llamar ciudadela, porque la construcción de la calle de asfalto les dotó también de sistema de alcantarillado, mejoró las redes de agua y le brindó aceras.
Es una obra que requirió mayores esfuerzos, en la que se tuvo que cavar más de metro y medio de profundidad para retirar el suelo saturado, colapsado por las infiltraciones de agua.
Para fortalecerlo se colocó una capa de 80 cm de material filtrante (piedraplén), para luego colocar, material de mejoramiento, sub base y base antes de proceder a asfaltar.
Se colocó por primera vez el sistema de alcantarillado sanitario, con cajetines y tapas nuevas de revisión, se reorganizó las guías de agua potable, asimismo aceras para el óptimo paso peatonal.