Alexandra Anchundia cierra sus ojos y su mente retrocede 15 años. Recuerda que salía de su casa, ubicada en el barrio 10 de Julio, en la parroquia San Mateo, con los zapatos en la mano. No podía llevarlos puestos porque el lodo se los «chupaba».
«Aquí no se podía caminar ni en verano. Los pies terminaban talqueados por el polvo», recuerda.
Pero eso solo queda en un mal recuerdo. La Alcaldía Ciudadana le da a Alexandra y a más de 40 familias, una vía nueva, de hormigón armado, con aceras y bordillos.
Los ciudadanos están felices y el alcalde Agustín Intriago resalta una gran verdad: “Donde antes solo hubo promesas, hoy hay obras”.
Esta es la obra #30 entregada durante noviembre, el mes del centenario de Manta.
Alfredo Herrera también disfruta el cambio. “Por fin un Alcalde se preocupa por los sectores que por años hemos sido abandonados» reflexiona.